Tu sistema inmunitario es el principal sistema de defensa de tu organismo contra los ataques de bacterias, virus y otras infecciones. Cuando funciona correctamente, esta compleja red de glóbulos blancos y sustancias químicas monta guardia, atenta a cualquier intruso y lista para atacar, todo ello sin que te des cuenta.
Por eso es muy beneficioso tener un sistema inmune fuerte. Te hace menos susceptible a enfermedades e infecciones y menos propenso a sentirte fatigado. Tener un sistema inmunitario fuerte es clave para ayudarte a ti y a tu familia a manteneros sanos y felices.
Aunque está diseñado para trabajar en segundo plano, hay muchos hábitos que puedes adoptar en tu día a día para apoyar las funciones de tu sistema inmunológico. Echemos un vistazo.

1. Dormir lo suficiente

No podemos enfatizar lo suficiente la importancia de dormir una buena cantidad de horas cada noche tanto para tu bienestar físico como mental. Mientras tu cuerpo y mente descansan, ciertas partes de tu sistema inmunitario están ocupadas fortaleciendo tu inmunidad y llevando a cabo tareas que permiten mantenerlo regulado y equilibrado. Si tu sueño se interrumpe, puede afectar a esos procesos importantes e interferir con el funcionamiento de tu sistema inmunológico.
Si quieres aprender más sobre los beneficios para la salud de dormir y qué complementos alimenticios puedes usar, lee nuestro artículo aquí.

2. Tener una dieta equilibrada

Llevar un estilo de vida saludable es una de las mejores cosas que puedes hacer para reforzar el sistema inmunitario, y esto incluye tu dieta. Diferentes nutrientes pueden apoyar diferentes funciones, así que comer una dieta equilibrada y variada ayudará a dar a tu cuerpo y sistema inmunológico lo que necesitan para seguir funcionando eficazmente.
Las frutas y verduras contienen muchas vitaminas y minerales que ayudan a mantener un sistema inmunitario saludable. Por ejemplo, la vitamina C tiene un papel importante en proteger tu piel, la barrera externa que hace frente a patógenos que pueden causar infecciones.
También es importante limitar los alimentos no tan sanos, ya que la ingesta prolongada lleva a un estado menos saludable en general e incluso puede tener un efecto en cadena en cosas como tu sistema inmunológico. Por ejemplo, el exceso de azúcar en tu dieta puede hacer que consumas demasiadas calorías, lo que puede llevar a un aumento excesivo de peso o a la obesidad y, a su vez, aumentar el riesgo de padecer ciertas patologías como la diabetes tipo 2 y/o enfermedades del corazón. El aumento excesivo de peso también puede alterar las respuestas normales del sistema inmunitario.

3. Pasar tiempo al aire libre

La exposición a los rayos UVB del sol estimula la producción de vitamina D. La vitamina D es muy importante porque, entre otras cosas, puede ayudar a moderar la respuesta inflamatoria del sistema inmunitario.
Dependiendo de dónde vivas, puede ser posible obtener la vitamina D que necesitas sólo a través de la luz solar, así que intenta salir al aire libre al menos una vez al día. Usar protector solar puede disminuir la cantidad de vitamina D que produce el cuerpo, pero siempre hay que seguir las recomendaciones adecuadas en cuanto a la aplicación de protección solar/SPF, especialmente en verano.
En meses más fríos y oscuros, por otro lado, los rayos del sol pueden no ser lo suficientemente fuertes para facilitar la producción de la vitamina D que necesitas. Eso significa que es importante obtenerla de otra manera, incluyendo fuentes de alimentos como pescado azul o graso, carne roja, yema de huevo, setas y complementos o alimentos enriquecidos con vitamina D.

4. Considerar el uso apropiado de complementos alimenticios de refuerzo inmunitario

También puedes considerar la posibilidad de tomar complementos para fortalecer tu sistema inmunitario, sobre todo en los meses del año en los que pasar tiempo al aire libre puede no ser suficiente para producir la vitamina D que necesitas.
Todos nuestros jarabes Extra Inmunidad contienen vitamina D para reforzar tu salud inmunitaria, así como biotina, que contribuye a la salud de tus membranas mucosas, como las de la garganta y las vías respiratorias. Son estas mucosas las que ayudan a proteger tu cuerpo de las infecciones y de los agentes irritantes que puedas inhalar.
Nuestro Zarbee's Adultos Extra Inmunidad también está formulado con extracto de equinácea, para ayudar a reforzar las defensas inmunitarias de tu cuerpo.

5. Aprovechar los beneficios de la miel

La miel contiene vitaminas y minerales en cantidades pequeñas, y estos pueden estar relacionados con propiedades antioxidantes. Cuando se trata de edulcorantes, los nutrientes adicionales que se encuentran en la miel ofrecen un perfil más nutritivo que el azúcar regular. Sólo recuerda que la miel sigue contando como azúcar añadido, así que si la añades en tus comidas, intenta hacerlo en pocas cantidades.
Estas son algunas de las muchas razones por las que nos gusta tanto la miel, pero si quieres saber más puedes leer nuestro artículo sobre los beneficios de la miel.

6. Mantenerse hidratado

Mantenerse hidratado y beber suficiente líquido ayuda a que todas las funciones del organismo se lleven a cabo con normalidad, incluidas las del sistema inmunitario. Contribuye a mantener el buen estado de las membranas mucosas, una de las principales líneas de defensa del organismo, que están compuestas principalmente por agua.

7. Evitar fumar

Fumar tiene muchos efectos negativos sobre tu salud física y mental. Se sabe que muchas de las sustancias químicas y compuestos que se encuentran en los cigarrillos suprimen el funcionamiento de tu sistema inmunitario y reducen su capacidad para combatir agentes patógenos. Esto significa que la resistencia del organismo a las infecciones y las enfermedades se verá reducida.

8. Mantener un peso saludable

Estar por debajo de tu peso ideal puede contribuir a un sistema inmunitario débil, lo que puede favorecer que seas más susceptible a contraer un virus, como el resfriado o la gripe.
Por otro lado, tener sobrepeso u obesidad también puede alterar el equilibrio habitual de tu sistema inmunológico. Mantener un peso saludable a través de una dieta equilibrada y ejercicio regular, por lo tanto, es una excelente manera para apoyar y fortalecer el sistema inmunitario.

9. Mantenerse físicamente activo

El ejercicio tiene muchos beneficios para la salud, como ayudarte a dormir mejor, disminuir el riesgo de enfermedades, mejorar tu salud mental y favorecer la circulación, es decir, puede fortalecer y reforzar el sistema inmunitario. Tu sistema circulatorio, por ejemplo, se encarga de transportar algunos tipos de células inmunitarias por el cuerpo para que puedan detectar antes las amenazas y, así, defenderte mejor.
La cantidad de ejercicio que debes hacer varía en función de tus circunstancias individuales, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las personas adultas de entre 18 y 64 años practiquen al menos 150 minutos de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio intenso a la semana.

10. Liberarse del estrés

Sí, quizá sea más fácil decirlo que hacerlo, pero cuando tu cuerpo está constantemente en un estado de estrés elevado, puede alterar los procesos regulares de tu sistema inmunitario.
Por ejemplo, cuando estás estresado, tu cuerpo produce cortisol, la hormona que pone a tu cuerpo en alerta y listo con la respuesta de estrés comúnmente conocida como lucha o huida. Esto puede alterar tu respuesta inmunitaria y, con el tiempo, el estrés crónico puede impedir su capacidad para funcionar con normalidad.
En definitiva, llevar un estilo de vida saludable es una buena manera de reforzar el sistema inmunitario y mantener el delicado equilibrio de funciones que ayudan a protegerse de los agentes patógenos dañinos. Las investigaciones sobre la relación entre el estilo de vida y el sistema inmunológico siguen su curso, pero está claro que mejorar el sistema inmunitario tendrá un impacto positivo en tu salud física y mental.